En 1998 se puso en marcha el Proyecto de realización de la réplica de la cueva, la Neocueva de Altamira. Se encargó al Instituto Geográfico Nacional una topografía de máxima precisión, que llegó hasta 40.000 puntos por metro cuadrado en el techo de los policromos. Se pudo recrear así la morfología de la cueva en su estado paleolítico. Una fresadora automatizada reprodujo el relieve de la cueva en bloques de poliestireno. Los bloques se recubrieron con una fina capa de cera que reproducía la textura de la roca natural a partir de improntas de silicona y todo ello fue retocado según la documentación fotográfica específica. Mediante vaciado se obtuvo el nuevo techo cuya roca artificial está compuesta en un 80% por polvo de roca caliza. La reproducción de las pinturas y grabados paleolíticos fue hecha con los mismos procedimientos y materiales que usaron los artistas de Altamira: agua, ocre y carbón vegetal. Un gigantesco puzzle se ensambló definitivamente mediante tensores de acero.

La Neocueva
Preámbulo

Antes de entrar a la Cueva, conocemos a través de una película la historia de Altamira, desde que fue habitada en la Prehistoria, su descubrimiento a finales del siglo XIX y su apertura al turismo en el siglo XX.

El campamento paleolítico

En la entrada de la cueva, en un lugar iluminado por la luz diurna, presenciamos un momento de la vida cotidiana de un grupo de cazadores-recolectores magdaleniense.

La excavación arqueológica

Con la excavación arqueológica se inicia la investigación que permite reconstruir de forma científica la Neocueva como un lugar del Paleolítico, y conocer las formas de vida de estos cazadores-recolectores.

Osera

Cuando la cueva no era habitada por los humanos, sirvió al oso de las cavernas para hibernar.

Dejaron las huellas de sus pisadas sobre la arcilla y vigorosos zarpazos en las paredes. A veces, no conseguían superar el invierno, quedando sus huesos en los lechos ovales que excavaban en el suelo de la caverna.

Taller del pintor

Una película evoca cómo se pintaron los bisontes de Altamira.

El artista de Altamira utilizó diversos instrumentos para ejecutar sus obras: buriles de sílex para grabar los dibujos, lámparas de tuétano para iluminarse, lapiceros de carbón vegetal para marcar el negro y los grises, colorantes de ocre que proporcionaban un color rojo intenso, muñequillas para aplicarlos, etc.

Sala de pinturas

El recorrido por la Neocueva culmina con la visita a la sala de pinturas. En Altamira un artista genial del Paleolítico pintó la obra maestra del arte rupestre prehistórico.

Bisontes, caballos, ciervos, cabras, antropormorfos y signos de enigmático significado, son la expresión de un arte de cazadores, manifestación de su espiritualidad que representa su forma de entender el mundo.

«Cola de Caballo»

También en otras galerías de la gruta se conservan manifestaciones rupestres interesantes y menos conocidas.

La última de ellas recibe el nombre de «Cola de Caballo». A lo largo de sus setenta metros de desarrollo alberga más de cuarenta representaciones rupestres. Una muestra de ellas podemos contemplar en el tramo final de la neocueva.

La exposición permanente

Presenta la mejor colección arqueológica del Paleolítico Superior, con más de 400 objetos originales procedentes de los fondos del Museo, así como de otras colecciones nacionales e internacionales:

* Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria
* Museo Nacional de Ciencias Naturales (Madrid)
* Museo Arqueológico Nacional (Madrid)
* Museo del Servicio de Investigaciones Prehistóricas de Valencia
* Museo de América (Madrid)
* Museo Nacional de Antropología (Madrid)
* Museo Municipal de Bellas Artes de Santander
* Museo Arqueológico de Oviedo
* Museo de las Cuevas de Isturitz

Las recreaciones, las películas, las escenografías y los dibujos animados nos presentan los útiles paleolíticos en su contexto original, para conocer mejor a las personas que los pensaron, fabricaron y utilizaron.

Altamira, el descubrimiento del arte

Este espacio está dedicado a la figura de D. Marcelino Sanz de Sautuola, descubridor del arte rupestre paleolítico. Contiene la publicación que dio a conocer a la comunidad científica el descubrimiento de la Cueva de Altamira, así como los restos recogidos por este investigador en sus visitas a la cavidad.

Junto a las primeras investigaciones sobre el arte de Altamira, se muestra la tecnología que actualmente se aplica a la conservación de Altamira.

La arqueología prehistórica
Imagen de una visitante observando una muestra a través del microscopio

El conocimiento científico sobre los tiempos de Altamira, el periodo denominado Paleolítico Superior, se obtiene a través de la Arqueología Prehistórica.

Esta ciencia estudia los restos obtenidos en los yacimientos arqueológicos, los cuales permiten posteriormente reconstruir el pasado.

El trabajo de los arqueólogos es ilustrado mediante la recreación de un laboratorio de los instrumentos empleados por las ciencias que contribuyen a la reconstrucción del pasado.

Antes de Altamira
Vista general con la reconstrucción de varios homínidos

El recorrido de este sector muestra los espacios y ambientes en los que habitaron el Planeta otros humanos antes que nosotros durante el Pleistoceno, y las culturas que desarrollaron.

Tras un millón de años de evolución de la especie humana, el Homo sapiens, nuestra propia especie, es el responsable de la cultura del Paleolítico superior, la época de Altamira.

En esta sala se muestra una magnífica selección de los útiles paleolíticos fabricados en piedra y hueso, y que constituyen la completa, diversificada y especializada «caja de herramientas» de los habitantes de la Cueva de Altamira, una auténtica revolución tecnológica.

La vida en los tiempos de Altamira
Recreación de un grupo de cazadores-recolectores trabajando en la confección de su vestido

La vida de los cazadores – recolectores del Paleolítico superior, los tiempos de Altamira, se muestra a partir de los objetos arqueológicos conocidos expuestos en su contexto original, mostrando su uso y proceso de fabricación.

Los cazadores – recolectores satisfacían sus necesidades vitales seleccionando los recursos naturales mediante la caza, la pesca y la recolección.

Desarrollaron parte de sus tareas cotidianas en el interior de las cuevas, en torno a los hogares. Conocemos su alimentación, la preparación de las pieles para confeccionarse el vestido, y los adornos personales.

La organización social y su relación con el entorno, la forma de explotar económicamente la Región Cantábrica, el desplazamiento estacional por el territorio, y los principales yacimientos arqueológicos en Cantabria.

La muerte y sus expresiones funerarias son ilustradas en varios enterramientos conocidos en Europa.

El primer arte

La capacidad de transmitir comportamientos simbólicos por medio de la expresión artística es una capacidad cultural innata al hombre moderno. El arte de la Prehistoria es un fenómeno presente en todo el mundo, que se desarrolla de manera paralela a la colonización del Planeta por parte de los grupos humanos.

El Arte Paleolítico consta de dos grandes tipos de expresión, el arte rupestre (desarrollado en las paredes de cavidades y afloramientos rocosos) y el arte mueble (representado por objetos portátiles decorados como plaquetas de piedra, asta, hueso, marfil, etc.).

Los temas del arte, los grandes santuarios, e incluso la música, expresión artística de la que tan sólo conservamos algunos elementales, pero curiosos, instrumentos musicales, son tratados de manera específica. Pero es el apartado referido al significado del Arte Paleolítico, a su interpretación intemporal, y a su fuerza como expresión del pensamiento humano el más singular mediante un impactante audiovisual.

El fin de una época
Seis arpones de la época aziliense

Con el final del Pleistoceno y de la última glaciación se produjeron cambios climáticos, ecológicos y medioambientales de enorme trascendencia que afectaron a las comunidades paleolíticas, las cuales respondieron a las nuevas condiciones modificando, no sólo comportamientos económicos, sino también los culturales. Es el final del Paleolítico.

El Aziliense, última cultura del Paleolítico, es la respuesta humana a las nuevas condiciones del planeta. Durante esta época, hace 10.000 años, los grupos humanos desarrollaron adaptaciones que implicaron la progresiva desaparición de las formas de vida y expresión cultural del Paleolítico, incluido el arte de las cavernas.

Otras Prehistorias y para saber más
Un niño consultando una base de datos en un ordenador

La Prehistoria en general, y el Paleolítico en particular, han sido fuentes inagotables de inspiración para las distintas artes del siglo XX. Paneles y bases de datos aportan información sobre el impacto de la Prehistoria y del arte de Altamira en el mundo del cine, el cómic, la literatura y la publicidad.

Nos ofrece también información sobre otros yacimientos prehistóricos visitables en varios países europeos y bibliografía para saber más Prehistoria.

El parque paleolítico de Altamira
Paisaje visto desde el Museo de Altamira

En el entorno natural que rodea al edificio del Museo de Altamira se puede pasear libremente, disfrutando de su magnífico paisaje. Hacia el norte se contemplan las verdes praderías cantábricas, con suaves colinas y el valle que acoge la villa de Santillana del Mar. Hacia el sur, en días despejados, se divisan los majestuosos Picos de Europa y las feraces estribaciones de la Cordillera Cantábrica.
Paisaje vegetal en el recinto del Museo de Altamira

En este amplio recinto se ha realizado una restitución paisajística con las especies vegetales que, a través de los análisis de polen del yacimiento de Altamira sabemos que poblaban los alrededores de la cavidad. En las inmediaciones de la Neocueva crece un bosquecillo de abedules y avellanos. En otros lugares, prosperan manchas dispersas de pinos, robles, fresnos y multitud de herbáceas (brezos, gramíneas, compuestas, etc). Todo ello conforma un paisaje vegetal abierto de tipo parque, similar al que acompañó a las gentes de Altamira durante el Paleolítico Superior.

El edificio
El edificio sede del Museo de Altamira obra de Juan Navarro Baldeweg

La protección de la Cueva de Altamira ha sido el principal condicionante en la ubicación, concepción y construcción del edificio que alberga la nueva sede del Museo de Altamira, inaugurada en 2001, proyectado por Juan Navarro Baldeweg.

Es un edificio minimalista, integrado en el paisaje como continuación de la esencia de la Cueva de Altamira, proyectado para albergar los espacios en los que se desarrollan las tareas de este museo: los espacios de exposición permanente, que incluyen la reproducción de la famosa sala de polícromos, laboratorios, aulas para actividades, auditorio, biblioteca, cafetería, tienda, etc.

Actividades
Talleres de Prehistoria
Otras actividades
Exposiciones Temporales
Cursos, Congresos y Conferencias

Para grupos escolares
Un museo para aprender y experimentar

El Museo es un espacio para aprender, para expresarse y para compartir experiencias. El Museo tiene la misión de conservar y estudiar un verdadero «tesoro», la cueva de Altamira, su arte paleolítico y los objetos arqueológicos conservados desde el Paleolítico Superior. Este patrimonio arqueológico se exhibe en la exposición permanente del Museo, y los Talleres de Prehistoria ofrecen la posibilidad de manipularlo y comprobar su efectividad, mediante de reproducciones y recreaciones.

Cómo reservar la visita de grupos escolares

El Museo de Altamira recomienda Reservar su visita a través del Departamento de reservas.
Departamento de reservas para visitas de grupos (máximo 100 personas) y para Talleres de Prehistoria:

1. Envíe el impreso de SOLICITUD cumplimentado al menos 15 días antes del día solicitado de visita.
Impreso de solicitud (PDF)
http://museodealtamira.mcu.es/escolar_solicitud.html
2. En el plazo de una semana, recibirá una Hoja de RESERVA de visita de grupo con la fecha y hora de su visita y con el importe que deberá abonar en la Taquilla a su llegada al museo.
3. Una semana antes de su visita, uno de los profesores que acompañará al grupo deberá confirmar por teléfono, fax o email, su visita al Museo en el día y hora que figura en la RESERVA, así como el número de componentes de su grupo. A partir de este momento no se admitirán cambios en su RESERVA.
4. Si lo desea, recibirá en el centro escolar un PLAN DE VISITA que detallará la organización de su visita: organización en pequeños grupos para la visita a la Neocueva y la participación en los Talleres de Prehistoria, y la hora asignada a cada pequeño grupo para cada actividad.
5. Puede contactar con el Departamento de Reservas en:
Correo electrónico: reserva.maltamira@mcu.es
Fax: (+34) 942 81 88 36
Teléfono: (+34) 942 81 81 02
Horario: de martes a sábado, de 9.30 h a 18.00 horas

# Tarifas

* Estudiantes menores de 18 años: gratuita
* Estudiantes universitarios: gratuita
* Profesores y adultos acompañantes: gratuita

Para preparar la visita

El Museo de Altamira ofrece su colaboración a educadores, maestros y profesores para la preparación de su visita: puede reservar sus entradas a través de nuestro departamento de reservas, le orientamos en la organización de su visita, y le ofrecemos diversos recursos para preparar actividades en su aula y en la exposición del museo.

BIENVENIDOS AL MUSEO DE ALTAMIRA
La acogida de grupos escolares(en formato pdf).
LA EXPOSICIÓN «Los Tiempos de Altamira»
DIVULGACIÓN DE LA PREHISTORIA DE ALTAMIRA
Recursos para enseñar y aprender en la exposición.

PARA SABER MÁS
Bibliografía para educadores (documento en pdf)

EL PALEOLÍTICO EN CANTABRIA(documento en pdf )
EXPERIMENTAR PARA APRENDER
Talleres de prehistoria para escolares

APRENDER A APRENDER EN EL MUSEO
Itinerarios Didácticos

¿QUE QUIERES SABER SOBRE ALTAMIRA?
Recorridos Temáticos

Recursos para el aprendizaje
Una exposición con muchos sentidos

Recursos para aprender en la exposición(documento en pdf)

La Neocueva: Un lugar en el Paleolítico

La Neocueva nos ofrece un recorrido por un lugar del Paleolítico. Junto a la entrada de la cueva, un grupo familiar paleolítico desarrolla su vida cotidiana en un campamento magdaleniense.
En el interior, el taller del artista nos muestra los útiles y las técnicas que empleó el artista de Altamira.
La Neocueva nos permite contemplar con detalle el arte de Altamira, incluso el que no es accesible en el original.

Los Tiempos de Altamira en las salas de la exposición

La exposición permanente cuenta Los Tiempos de Altamira mediante diferentes lenguajes y variados medios de comunicación accesibles para los niños y jóvenes.
Las salas del museo muestran más de 400 objetos originales que configuran la mejor colección arqueológica del periodo paleolítico de la Península Ibérica. La exposición está
organizada en sectores que abordan temas específicos en torno a la época en que Altamira fue habitada:

* El descubrimiento de la cueva de Altamira, y las actuaciones para su conservación.
* Antes de Altamira: la evolución de la Humanidad
* La vida cotidiana en tiempos de Altamira.
* El arte del Paleolítico, el primer arte de la Humanidad.

Para aprender en el Museo
Los objetos arqueológicos
Los objetos arqueológicos originales mostrados en las vitrinas son el primer contacto de los visitantes con la época de Altamira en el Museo. Son el testimonio de las personas de la Prehistoria conservados durante 15.000 años.
Se puede tocar
Estos objetos son accesibles al tacto a través de reproducciones y recreaciones. Los objetos de sílex, de asta de ciervo y de hueso constituyen parte de la completa «caja de herramientas y útiles» que se procuraron los habitantes de Altamira.
Los dibujos animados
El Museo de Altamira es el primer museo que incorpora los dibujos animados para contar Prehistoria. La evolución de la Humanidad y las formas de subsistencia en el Paleolítico Superior, la caza, la pesca y la recolección son ilustrados con dibujos animados, destinados a los niños y a los adultos sin prejuicios.
Las películas
Las películas de la exposición recrean escenas de la vida cotidiana en la cueva de Altamira.Muestran los útiles en manos de quienes los pensaron, fabricaron y usaron.

Las escenografías
Las escenografías muestran los objetos en sus ambientes originales, su uso y fabricación. En ellas se puede descubrir que la aguja y el hilo son inventos del Paleolítico Superior.

La visita a la Exposición

La exposición “Los tiempos de Altamira” es un espacio singular que permite a los educadores aplicar diversas estrategias para enseñar y aprender con el patrimonio cultural.

Desde el Museo de Altamira le ofrecemos diversas propuestas para recorrer este espacio, así como nuestra colaboración en la creación de sus propios recorridos.

Más sobre la exposición LOS TIEMPOS DE ALTAMIRA

Para diseñar su visita educativa a la exposición, le proponemos:
Itinerarios Didácticos
Recorridos temáticos

Itinerarios Didacticos
Convierta su visita al Museo de Altamira en una experiencia educativa

El Museo de Altamira sugiere la visita a las salas de la exposición con los Itinerarios didácticos. Estas actividades diseñadas por maestros, profesores y educadores de Cantabria proponen diferentes maneras de aprender en el museo.
Itinerario DESTINO ALTAMIRA Para Educación Infantil
Itinerario ALTAMIRA, UN LUGAR DEL PALEOLÍTICO Para Educación Primaria
Itinerario UN REGALO DESDE LAS AGUAS Para Educación Primaria.
Itinerario LOS TIEMPOS DE ALTAMIRA Para E.S.O.
Itinerario DIME QUÉ TE LLEVAS A LA TUMBA, Y TE DIRÉ QUIÉN ERES Para Educación de Personas Adultas

Cada Itinerario didáctico es una propuesta abierta, que cada educador puede personalizar y adaptar a las características y necesidades de su grupo de alumnos.
El Departamento de Comunicación del Museo de Altamira está a su disposición para colaborar en la preparación de su visita.

Recorridos Tematicos
Visitas guiadas a su medida

¿Qué tipo de experiencia educativa busca en el museo para sus alumnos? ¿Qué tema considera más adecuado para cada uno de sus grupos?

Las visitas guiadas por el profesor permiten personalizar el recorrido por la exposición y aplicar la estrategia de aprendizaje más conveniente a partir de los diferentes recursos museográficos del museo.

El Museo de Altamira le propone algunos posibles recorridos temáticos por las salas de la exposición. Cada uno de estos recorridos centra la atención del visitante en un aspecto de las formas de vida de los cazadores recolectores del Paleolítico Superior, a partir de una selección del patrimonio arqueológico exhibido e interpretado. De esta manera, el museo avanza la información disponible en la exposición para que cada educador diseñe la actividad mediante la que sus alumnos accederán al patrimonio cultural y a su conocimiento. Más info..

Talleres de Prehistoria para escolares

Folleto Museo de Altamira para escolares (en formato pdf)

Talleres de tecnologías prehistóricas
Talleres de tecnologías prehistóricas
Para alumnos de E. Secundaria y E. de Adultos

Los visitantes del Museo de Altamira pueden practicar algunas de las tareas cotidianas que realizaban los habitantes de la Cueva de Altamira durante el Paleolítico superior.

Aula de Talleres de Prehistoria para niños
Talleres de Prehistoria para niños
Para alumnos de E. Infantil y E. Primaria.

En un campamento paleolítico los peques conocerán los útiles que los habitantes de la Cueva de Altamira usaron en su quehacer diario. Aprenderán cómo se fabricaron y usaron, y comprobarán su utilidad mediante juegos y actividades creativas.

Investigación
Restaurador trabajando en el laboratorio

La investigación es una de las funciones esenciales que tiene encomendada el Museo. En torno a ella se articula el resto de funciones del mismo: no se puede difundir, conservar ni proteger si no se ha realizado un estudio exhaustivo de las colecciones que cada Museo tiene asignadas.

El Museo de Altamira, como Centro de Investigación especializado en el Paleolítico y su arte, pone al servicio de la labor investigadora toda una serie de recursos técnicos, tales como taller de conservación preventiva / restauración, laboratorio, almacén especializado de fondos arqueológicos, archivo documental y biblioteca especializada en Prehistoria y Arte Rupestre, para el desempeño de esta actividad.

Colecciones del Museo

En los modernos almacenes de Altamira, climatizados y adaptados a las máximas exigencias de conservación, se custodian importantes colecciones arqueológicas procedentes de diversos yacimientos cantábricos. Destacan, lógicamente, los fondos procedentes de las distintas excavaciones realizadas en la propia cueva de Altamira, pero aparecen representados otros yacimientos igualmente singulares como Chufín, Rascaño, Salitre, Juyo, La Pila o El Castillo.
Exterior de la Cueva de Castillo Interior de la Cueva de Altamira Exterior de la Cueva de Rascano Exterior de la Cueva del Juyo
Cueva de Altamira (Santillana del Mar, Cantabria)

Las primeras excavaciones en la cueva de Altamira las llevó a cabo su descubridor científico, Marcelino Sanz de Sautuola. Con posterioridad, se realizaron recogidas esporádicas de materiales y varias campañas de excavación que han puesto de manifiesto la existencia de dos niveles de ocupación, del Solutrense superior y del Magdaleniense Inferior, respectivamente. El derrumbe de la parte exterior de la cavidad, hace unos trece mil años, selló la entrada y permitió la excelente conservación de sus pinturas y grabados.
Alrededores de Altamira (Santillana del Mar, Cantabria)

Yacimiento al aire libre situado en el entorno inmediato de la cueva de Altamira. Las piezas han sido clasificadas tipológicamente en el Achelense Superior. Los útiles más característicos son los hendedores tipo 0, los bifaces, los cantos tallados, tanto unifacial y bifacialmente, así como las raederas simples. Los materiales utilizados son la arenisca y la cuarcita procedentes de los ríos y terrazas fluviales cercanas.
Yacimiento de Cuchía (Cuchía, Miengo, Cantabria)

Enorme yacimiento al aire libre situado junto a la cueva de La Pila. Ha sufrido de igual manera que ésta las consecuencias de la explotación de una cantera, por lo que actualmente se encuentra muy deteriorado. Ha proporcionado un ingente número de piezas del Achelense Superior, algunas de las cuales están depositadas en el Museo de Altamira a donde llegaron junto con los materiales de La Pila.
Cueva del Castillo (Puente Viesgo, Cantabria)

Descubierta por Alcalde del Río en 1903, contiene innumerables muestras de arte rupestre así como un yacimiento de singular importancia, con niveles arqueológicos que abarcan desde el Achelense hasta el Eneolítico. Esta secuencia aporta datos decisivos para el mejor conocimiento de los momentos de transición del Paleolítico Inferior al Paleolítico Medio y de éste al Superior, sus cronologías y los procesos que llevan aparejados en cuanto a sustitución de tipos humanos y de horizontes culturales.
Cueva de Morín (Villanueva de Villaescusa, Cantabria)

Cueva Morín contiene un importante yacimiento arqueológico formado por 22 niveles del Paleolítico medio y superior. En el nivel 17, de época Musteriense, apareció un muro que delimitaba un recinto curvo en cuyo interior se encontró gran cantidad de útiles en piedra y huesos trabajados. También en el nivel 8, de época Auriñaciense, apareció otra estructura separada por una mampara de pieles de la zona ocupada como necrópolis, donde se han distinguido las huellas dejadas en la arcilla por la inhumación de cuatro individuos.
Cueva de Rascaño (Mirones, Miera, Cantabria)

La cueva se abre en un paraje de montaña, sobre la margen izquierda del río Miera. Contiene niveles de los periodos Auriñaciense, Magdaleniense y Aziliense. El pequeño yacimiento debió ser habitado por un reducido grupo humano dedicado a la pesca de salmones y truchas y a la caza intensiva de la cabra montés, cuyos restos suponen el 85 % de toda la fauna identificada. La mayoría son ejemplares adultos, especialmente machos, que han sido cazados principalmente durante el verano.
Cueva del Salitre (Ajanedo, Miera, Cantabria)

La situación de esta cueva es muy similar a la del Rascaño, en el mismo valle del Miera, en una ladera abrupta, desde la que se domina el fondo del valle y el río. Fue descubierta en 1903 por Lorenzo Sierra quien identificó la existencia de un importante yacimiento arqueológico y de pinturas rupestres en el interior de la cueva. La secuencia estratigráfica es dudosa debido a la ausencia de excavaciones sistemáticas, aunque se han identificado niveles del Paleolítico Superior y Aziliense.
Cueva de Chufín (Riclones, Cantabria)

La cueva se sitúa en el barranco del río Lamasón, afluente del Nansa, a escasa altura del nivel actual de las aguas del pantano de La Palombera. Contiene un importante conjunto de arte rupestre Paleolítico y un yacimiento arqueológico de época Solutrense. Este nivel ha proporcionado puntas solutrenses de muesca y de base cóncava y otros objetos realizados sobre cuarcita, cuarzo y, en menor medida, en sílex.
Cueva del Juyo (Igollo de Camargo, Cantabria)

Fue descubierta en 1953 por Dn. Alfredo Garcia Lorenzo. El Juyo se abre en el fondo de una dolina, en un paisaje dominado por suaves formaciones cársticas. Dista aproximadamente 5 Km de la línea de costa actual. Contiene una importante estratigrafía del Magdaleniense Inferior Cantábrico que ha proporcionado interesantes colecciones de objetos en piedra, hueso y asta así como una importante información paleoambiental y económica. Sus habitantes practicaron la caza intensiva del ciervo, la recolección habitual de moluscos y recursos vegetales. En el nivel 4, se han descubierto una serie de estructuras interpretadas como un santuario, que han puesto de manifiesto la existencia de un complejo mundo de creencias.
Cueva de La Pila (Cuchía, Miengo, Cantabria)

La cueva de La Pila, amenazada por el avance de una cantera, fue excavada de urgencia, y poco tiempo después desapareció por completo. Era conocida por los habitantes del lugar que la habían utilizado para extraer tierra con la que abonar los campos. Con esta actividad destruyeron los restos de época alto-medieval, así como varios enterramientos de la edad del Bronce. El yacimiento paleolítico se componía de niveles del Aziliense y del Magdaleniense Superior-Final. Ha proporcionado importante información sobre la transición del Pleistoceno al Holoceno, así como una magnífica colección de arpones, azagayas, cinceles, y colgantes, algunos decorados.
Cueva de Las Estalactitas (Santillana del Mar, Cantabria)

Se descubrió esta pequeña cueva en el verano de 1928 al extraerse piedra con destino a la construcción de la carretera de acceso a la cueva de Altamira. Su interés es puramente geológico ya que está recubierta por bellas formaciones estalacmíticas y no se ha descubierto yacimiento arqueológico ni arte rupestre. No obstante, apareció el esqueleto de un individuo de la Edad del Bronce y los restos de un corzo, cuya presencia en el interior de la cueva sigue siendo un enigma.
Colección Instituto

La colección está formada por una selección de objetos de asta, hueso y piedra procedentes de diferentes yacimientos de Francia y España. Se desconoce en qué momento llegó al Museo de Altamira, si bien su procedencia bien pudo ser el Instituto de Enseñanza Media de Santander, hoy día Instituto Santa Clara, donde pudo tener fines educativos. No hay que olvidar, que este Instituto fue el lugar donde Sautuola y otros investigadores depositaban materiales arqueológicos en ausencia de un Museo Provincial de Prehistoria.
Yacimientos inferopaleolíticos al aire libre

Existe un pequeño lote de materiales procedentes de yacimientos al aire libre con materiales líticos asignados al Paleolítico Inferior. Estos lotes, procedentes de recogidas superficiales realizadas entre 1979 y 1983, permiten una aproximación a los caracteres tecno-tipológicos de las estaciones al aire libre de la franja litoral cantábrica de las fases prewürmienses.

Acceso al Catálogo

DOMUS es un sistema integrado de documentación y gestión museográfica desarrollado por el Ministerio de Cultura (Subdirección General de Museos Estatales y Subdirección General de Tecnologías y Sistemas de la Información). Se trata de una aplicación informática para el catálogo y gestión de los bienes culturales custodiados por los museos.
La información de catálogo e imágenes digitales de las colecciones del museo se muestran al público a través de esta página web. En un futuro próximo formarán parte de la Red Digital de Museos Españoles.

La información textual e imágenes de este catálogo son propiedad del Ministerio de Cultura. Esta base de datos se presenta únicamente para fines de estudio e investigación, cualquier otro uso deberá ser consultado al Museo y Centro Nacional de Investigación de Altamira.

Proyectos de Investigación

En su calidad de Centro Nacional de Investigación, el Museo de Altamira desarrolla diversas líneas propias de investigación, además de apoyar y colaborar científicamente en proyectos externos, que tienen al Paleolítico como objeto de estudio.
Los Tiempos de Altamira
Los Tiempos de Altamira, Arte rupestre en la cueva del Linar

Los Tiempos de Altamira
Mapa con señalización de los yacimientos objeto de estudio en el proyecto Los tiempos de Altamira

Desde 2003 el equipo de investigadores del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira desarrolla el proyecto científico “Los Tiempos de Altamira”. El proyecto está dedicado a la época en que Altamira fue utilizada como lugar de habitación, y como santuario, por grupos de cazadores-recolectores del Paleolítico Superior avanzado (culturas Solutrense y Magdaleniense Inferior/Medio). Pretende conocer cómo fueron las ocupaciones humanas, en qué condiciones ambientales se produjeron y cómo era el espacio circundante a la cueva de Altamira, es decir, el tramo bajo del río Saja y el sector costero central de la región cantábrica, durante el Tardiglacial. En este territorio se localizan, además de la propia cueva de Altamira, otras importantes cavidades con registros geoarqueológicos -y artísticos- de similar cronología a los de Altamira.

Los trabajos han consistido en actuaciones de limpieza de cortes estratigráficos preexistentes y en limitadas excavaciones exploratorias, así como en la revisión y búsqueda de elementos gráficos parietales, en las cuevas de Cualventi, El Linar y Las Aguas (situadas a tan sólo 2.9, 5.8 y 6.3 Km. de distancia de Altamira, respectivamente). Todos los yacimientos investigados disponen de niveles estratigráficos y evidencias arqueológicas y rupestres de la fase objeto de estudio, entre 22.000 y 14.000 años antes del presente.

Trabajos de excavación en la Cueva de Cualventi

Los resultados de este proyecto serán objeto de publicación en 2008 en la Serie Monografías del Museo.

Más información:
Lasheras, J.A.; Montes, R.; Muñoz, E.; Rasines, P.; De las Heras, C y Fatás P. (2005): El proyecto científico «Los tiempos de Altamira», primeros resultados. MUNIBE nº 57, Homenaje al Dr. Jesús Altuna. San Sebastián.

Lasheras, J.A.; Montes, R.; Rasines, P.; Muñoz, E.; Fatás, P. y De las Heras, C. (2005): Cueva de Cualventi (Oreña, Alfoz de Lloredo, Cantabria): a new Palaeolithic art site in Cantabrian Spain. INORA. Foix.

Montes, R.; Muñoz, E.; Lasheras, J.A.; De las Heras, C.; Rasines P. y Fatás, P. (2004): La asociación ciervo/a-cabra montés en los conjuntos rupestres del Magdaleniense Inferior/Medio del centro de la Región Cantábrica: nuevos hallazgos y algunas interpretaciones. Actas del XXI Valcamonica Symposium.

La Cueva de Altamira
La Cueva de Altamira, interior de la Galería Final

La Cueva de Altamira
Fotografía del corte estratigráfico en la Cueva de Altamira

En los últimos dos años, el equipo de investigadores del Museo ha llevado a cabo actuaciones arqueológicas en el yacimiento de la Cueva de Altamira que han permitido mejorar el conocimiento de este importante registro estratigráfico.

Los trabajos desarrollados han consistido en la limpieza del corte estratigráfico existente (resultado de las excavaciones antiguas), su dibujo y documentación geoarqueológica, la toma de muestras para análisis sedimentológicos y palinológicos, así como la realización de dataciones por Carbono 14 AMS.

El estudio ha precisado el conocimiento que sobre la estratigrafía arqueológica de la cavidad aportaron los diversos eruditos e investigadores que, desde 1875 hasta 1981, han investigado en la cavidad.

Además, a finales del año 2006, se procedió a la elaboración de un completo reconocimiento geofísico, mediante tomografía eléctrica y georádar, de la zona exterior de acceso a la puerta de la cavidad (dolina tipo ventana ubicada al norte de la boca actual, y zona de localización del paleo-vestíbulo, bajo la visera desplomada), y en el tramo con suelo inalterado de la primera sala de la cueva. Los trabajos, realizados conjuntamente por la empresa SOT Propecció Arqueològica y el Grupo I+D de Geología Económica y Ambiental e Hidrología de la Universidad Central de Barcelona, han ofrecido interesantes resultados que están permitiendo conocer, con cierto detalle, la evolución gemorfológica de la cueva durante el Pleistoceno Superior.

Está previsto, a lo largo de 2008, iniciar algunos sondeos en la zona exterior de la cueva (en el paleo-vestíbulo), con el objetivo de profundizar en el conocimiento de las ocupaciones humanas en la cavidad.

Los primeros resultados de este proyecto estar án pronto disponibles a través de un artículo en este espacio web.

La Conservación de la Cueva de Altamira
La Conservación de la Cueva de Altamira

La Cueva de Altamira fue descubierta hacia 1869 después de permanecer más de 13.000 años clausurada por el desplome de la entrada. A partir de este momento se alteran las condiciones ambientales que habían permitido mantener intactos los pigmentos durante milenios.

Durante el siglo XX, la frágil estructura geológica de la cavidad, las obras de acondicionamiento en su interior y la entrada masiva de visitantes, fueron algunos de los factores que contribuyeron a desestabilizar el delicado microclima subterráneo. La cueva hubo de ser cerrada al público en 1977 para analizar la situación en profundidad. Se encargó este estudio a la Universidad de Cantabria y en 1982 la cueva fue reabierta al público con un limitado régimen de visitas que perduró hasta septiembre de 2002, cuando nuevamente fue cerrada para estudiar su estado actual.
Situación actual

Desde 1994, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, dependiente del Ministerio de Educación y Ciencia, es el organismo encargado del estudio del estado de conservación de la Cueva de Altamira. En el año 2007 se renovó el Convenio de Colaboración entre el Ministerio de Cultura, Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales, y el CSIC, con una duración de treinta meses y un coste económico de 360.000 €.

A partir de sus conclusiones se podrá conocer con exactitud el funcionamiento de la dinámica subterránea y el comportamiento de los factores medioambientales. Sus resultados permitirán el establecimiento de un nuevo régimen de visita pública compatible con la más estricta conservación del arte paleolítico.
Aparatos de medición en la Cueva de Altamira Sistema de medición en el interior de la Sala de Pol¡cromos

La investigación se centra en los siguientes aspectos:

* Estudio del microclima de la cueva, mediante la monitorización de alta resolución y en continuo de los parámetros medioambientales más significativos:
o Presión atmosférica
o Temperatura exterior, atmósfera cueva, suelo y agua
o Humedad relativa y total
o Radón en el interior de la cueva
o CO2 en el aire interior y en el exterior
o Tasa de infiltración de agua
o Flujo térmico
o Velocidad de las corrientes de aire en el interior de la cueva
* Geomicrobiología
* Caracterización geológica del karst
* Caracterización hidroquímica de las aguas de infiltración

Una de las cuestiones más relevantes para la conservación de las pinturas es la preservación del entorno de la cueva puesto que el intercambio de materia entre el subsuelo y la atmósfera es continuo.

El desarrollo del Plan Museológico para Altamira permitió, entre 1997 y 2001, acometer una serie de actuaciones fundamentales para garantizar esta protección: La adquisición de terrenos en las proximidades de la cueva, la ordenación del suelo mediante la supresión de caminos, viviendas e instalaciones ganaderas situadas en su entorno. Estas han sido, entre otras, algunas de las medidas que han permitido restituir el paisaje en el entorno de la cueva y controlar el uso del suelo evitando las actuaciones nocivas.

Actualmente, el Museo de Altamira es titular de más de 160.000 m2 de terreno en la superficie de la Cueva de Altamira.

Investigación: noticias de actualidad
El Museo investiga la Prehistoria de América en Paraguay

Durante el pasado mes de abril de 2008 un equipo de arqueólogos del Museo de Altamira ha realizado en Paraguay (departamento de Amambay el trabajo de campo del proyecto “Patrimonio cultural del pueblo Paî Tavyterâ en Jasuka Venda”, subvencionado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

Este año se ha documentado el arte rupestre del abrigo Itaguy Guasú, en el Jasuka, incluyendo su excavación arqueológica, bajo la supervisión de dirigentes indígenas Paî, propietarios del cerro, en colaboración con la ONG Servicio de Apoyo al Indígena. Además, con científicos paraguayos, se está trabajando en el archivo del patrimonio inmaterial y la tradición oral de los Paî Tavyterâ, en guaraní Paî y español, para su publicación de carácter general y, también, para uso didáctico entre los propios Paî. Otro objetivo es la revisión de publicaciones docentes, materiales y textos escolares de Paraguay relativas a la prehistoria del país, para evaluar la información actual de la Prehistoria paraguaya, del patrimonio arqueológico y de su arte rupestre.

A fines del año 2008 se podrán avanzar los primeros resultados de la investigación arqueológica.
Detalle del arte rupestre de Itaguy Guasu
Presentada en círculos científicos la estratigrafía del yacimiento de la Cueva de Altamira.

Durante la 1ª Mesa Redonda sobre Paleolítico Superior Cantábrico de San Román de Candamo, celebrada entre el 26 y el 28 de Abril de 2007, se presentó “La estratigrafía del yacimiento de la Cueva de Altamira”.

Este estudio se integra en las intervenciones arqueológicas que se están realizando dentro del proyecto de investigación “Los Tiempos de Altamira” que el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira viene desarrollando desde el 2003 y que ha permitido un mejor conocimiento del depósito geoarqueológico de Altamira.
Dos nuevos volúmenes de la Serie de Monografías del Museo de Altamira

Siguiendo con su programa de publicaciones, el Museo de Altamira ha editado los números 21 y 22 de su serie de monografías. Estas dan a conocer las Tesis Doctorales de dos de los investigadores más destacados del panorama nacional, dentro de los estudios sobre el Paleolítico peninsular: Antonio Tarriño Vinagre (Universidad de Vitoria) y Miguel Cortés Sánchez (Universidad de Córdoba).

Biblioteca

La biblioteca del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira es un instrumento al servicio de los investigadores del Museo, estudiantes y profesionales relacionados con el estudio de la Prehistoria, la gestión del Patrimonio y la Museología.

La biblioteca es también un centro de documentación sobre la historia de la cueva y del museo de Altamira. Como tal, contiene documentos, planos, audiovisuales y fotografías, fondos que actualmente están siendo clasificados y catalogados.

Acceso y horarios
Consulta en la Biblioteca

El acceso a la biblioteca se realizará concertando cita previa, indicando la naturaleza de la investigación a desarrollar.

Se podrá obtener la tarjeta de lector rellenando el impreso de solicitud disponible en las dependencias de la biblioteca, adjuntando fotocopia del DNI.

El horario de la sala de consulta es de lunes a viernes, de 9,30 a 14,30 h.

Correo electrónico: biblioteca.maltamira@mcu.es

Normas de uso de la biblioteca
Usuario trabajando en la biblioteca

Los usuarios con tarjeta de lector podrán llevarse en préstamo un máximo de dos libros por un período de 15 días. Si el material elegido es vídeo o cd-rom, el plazo será de 5 días.

El material devuelto en mal estado o extraviado deberá reponerse por uno idéntico o de similares características.

El investigador podrá consultar las obras de referencia que necesite para su trabajo y que estarán a su disposición en estanterías de libre acceso.

Los materiales de la sección de reserva, así como las publicaciones periódicas sólo podrán ser consultados en la sala de lectura o en las áreas de investigación.

El fondo antiguo bibliográfico y documental se consultará bajo la supervisión del personal, quien lo proporcionará al investigador y lo volverá a colocar en su ubicación exacta

Fondos Bibliográficos
Portada de la publicación de Sanz de Sautuola Objetos Prehistórico Portada de la publicación Ages Prehistoriques

La biblioteca del Museo de Altamira se fundó en 1979, coincidiendo con la creación del Museo. Está especializada en Prehistoria y Arte prehistórico, Museología y gestión de Patrimonio. Contiene además secciones de Historia, Historia del Arte, Historia de Cantabria y obras de referencia.

Actualmente cuenta con más de 8.000 monografías y 314 publicaciones periódicas relacionadas con la temática de la biblioteca y la actividad investigadora del Centro.

La reciente creación de esta biblioteca impide contar con un fondo antiguo especialmente nutrido. No obstante, se han podido adquirir algunas obras, de finales del siglo XIX y comienzos del XX, fundamentales para la investigación de la cueva de Altamira y para el conocimiento del inicio de la Ciencia Prehistórica en España.

Servicios bibliotecarios
Área de trabajo del personal de la biblioteca

* Préstamo personal para los titulares de tarjeta de lector.
* El museo mantiene intercambio de publicaciones con distintos organismos, museos y universidades.
* La biblioteca ofrece la posibilidad de sugerir nuevas adquisiciones a través del buzón desugerencias.
* El personal de la biblioteca asesorará al investigador sobre la bibliografía específica relacionada con su campo de estudio disponible en la biblioteca y centro de documentación del Museo de Altamira.
* Préstamo interbibliotecario, el personal de la biblioteca podrá facilitar a los usuarios con carnet de lectura el acceso a obras existentes en otros centros, en concepto de préstamo interbibliotecario, debiendo abonar el investigador los gastos derivados
* La realización de fotocopias se regirá por lo recogido en la Ley de Propiedad Intelectual (Real Decreto 1/1996 de 12 de abril), en sus artículos 31 y 37.
* Anualmente se elabora una memoria de actividades en la que se reseñan aquellas actuaciones más significativas llevadas a cabo por la biblioteca.

Fuente http://museodealtamira.mcu.es/